FELIZ DIA MAESTROS Y MAESTRAS
“Jesús vino a Galilea, allí estuvo enseñando los días sábados, y todos se admiraron de su forma de enseñar, porque hablaba con autoridad”. Lc. 4,31
Jesucristo: el Maestro por excelencia
Cristo enseñaba a cualquiera, en cualquier lugar.
Enseñaba al aire libre, en las calles, a la orilla del mar, al lado de un pozo de agua, y en el campo abierto más allá del Jordán.
Enseñaba en el patio del templo y en hogares particulares.
Estaba siempre dispuesto a recibir a toda persona.
Se entrevistó con un gran erudito de la ley llamado Nicodemo
Conversó con una mujer samaritana (Juan 4).
Tuvo un encuentro con el joven rico
Mostró misericordia a un mendigo ciego (Marcos 10).
Su profundo y sincero interés en cada ser humano lo coloca como
el Maestro de maestros.
El objetivo de Jesucristo maestro era salvar a los perdidos, no dar discursos elocuentes. Hablaba directamente al corazón humano.
La gente común solía escucharlo por horas enteras, olvidándose aun de la comida. He aquí algunas de las expresiones que producían un gran interés en los que escuchaban a Jesús: «…sed, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas» «Vosotros sois la sal de la tierra…» .
Jesucristo enseñaba sin temor.
Frases fuertes, audaces e inolvidables salieron de los labios del Señor Jesús.
Dio Su aprobación a lo bueno y noble, condenó el pecado, denunció la hipocresía y llamó a los pecadores al arrepentimiento.
A muchos no les gustó Su mensaje. Muchos lo odiaban.
JESUCRISTO «les enseñaba como quien tiene autoridad.
Jesucristo habló con poder. Aun Sus enemigos dijeron:
«Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que
enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie,
porque no miras la apariencia de los hombres» (Mateo 22:16).
Jesucristo fue el gran Maestro tanto en método como en contenido.
Poseía las dos cualidades esenciales para la buena enseñanza:
el dominio completo de la materia y el deseo ferviente de comunicar claramente dicha materia a los discípulos.
Queridas Maestras Mercedarias si Dios puso en nosotras esta noble y bella misión, eduquemos siguiendo esta huella de luz y de verdad que nos dejó el mismo Jesucristo seamos maestras de excelencia.
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